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Cronobiología, el estudio de los ritmos biológicos

Cronobiología

La cronobiología es la rama de la biología encargada de estudiar los ritmos biológicos en los organismos vivos. Hemos perdido ese fluir con nuestros ritmos, algo que debemos recuperar si queremos ayudar a nuestro organismo a recuperar la salud perdida.


Cronobiología

Si tratamos de analizar qué aspectos de nuestra forma de vida pueden afectar a nuestra salud y acabar causando una enfermedad, debemos buscar aquellos que modifican de alguna manera nuestra fisiología.

Uno de los aspectos de los que depende nuestra fisiología es estudiado por la cronobiología, que es la rama de la biología encargada de estudiar los ritmos biológicos en los organismos (1)(2).

Si la anatomía estudia el QUÉ y la fisiología estudia el CÓMO, la cronobiología estudia el CUÁNDO. Una variable tristemente olvidada en muchas ecuaciones.

Dicho de otra manera, estudia el reloj biológico de los seres vivos y las variaciones fisiológicas que se van produciendo a consecuencia de “qué momento es” para ese organismo.

Considero que conocer nuestros ritmos naturales nos permitirá adaptar en medida de lo posible nuestro horario a ellos en lugar de adaptarnos nosotros al entorno que nos envuelve. Esto haría que nuestro organismo se relaje un poco y fluya mucho mejor con su entorno, algo que lo convierte en un importante aliado en cualquier terapia de muchas enfermedades que puedan englobar la forma de vida como detonante.

De hecho, no respetar los ritmos biológicos se sabe que afecta a nuestra salud (3).

¿Reloj interno?

Pues sí. Todos tenemos un reloj endógeno (interno, biológico) que controla muchos aspectos de nuestra fisiología (4).

En el caso de los mamíferos, grupo en el que estamos incluidos los humanos, tenemos el Núcleo Supraquiasmático (NSQ). Es nuestro reloj biológico central (5). Está ubicado en la parte central del hipotálamo y formado por células que tienen un comportamiento cíclico circadiano.

Como curiosidad, las células del NSQ cultivadas in vitro, mantienen su propio ritmo endógeno sin necesidad de estímulos externos, algo que confirma la existencia de este reloj endógeno (6), aunque existen señales neuronales que modifican los ritmos actuando como sincronizadores. Son los llamados Zeitgeber.

Además, disponemos de unos relojes periféricos, otros relojes biológicos pero distribuidos en diferentes órganos y tejidos (7)(8). Por ejemplo nuestro tejido adiposo dispone de su propio reloj (9), la piel (10), y algunos más (11).

Los relojes periféricos se sincronizan principalmente a través del reloj central ubicado en los NSQ (12), aunque otros sucesos pueden actuar también como Zeitgebers.

El Zeitgeber, sincronizando relojes

Una de las características que tienen los relojes biológicos es que son capaces de sincronizarse y ponerse en hora a través de ciertos estímulos externos.

Pongamos como ejemplo los ritmos circadianos. Son ritmos de aproximadamente 24 horas (13).

En el caso de los humanos, los ritmos circadianos tienen por lo general ciclos con una duración de unas 25 horas (14). Si no existieran estos sincronizadores o Zeitgeber (en alemán Zeit = tiempo, Geber = el que da), no se sincronizarían nuestros relojes internos y cada día nos iríamos a dormir una hora más tarde y nos despertaríamos también una hora más tarde que el día anterior.

En laboratorio, cuando se eliminan estos estímulos externos o Zeitgeber se dice que hay una situación de curso libre, donde el reloj interno marca su ritmo de forma natural sin ser modificado, situación que demuestra la existencia del reloj endógeno.

La luz es el principal sincronizador de los ritmos circadianos (15)(16)(17). Y la luz del sol es maravillosa para ello (18). Incluso algunos animales podrían sincronizarse dependiendo de la posición de nuestro astro rey (19).

Además de la luz, existen otros estímulos externos que ayudan a poner en hora nuestros relojes. Los más importantes podrían ser las interacciones sociales (20)(21)(22), la comida (23)(24) o la actividad física (25).

¿Por qué afecta a nuestra salud no respetar los ritmos biológicos?

El motivo por el que no respetar los ritmos biológicos afecta a nuestra salud, tiene que ver por un lado con el funcionamiento de los órganos que intervienen en cada enfermedad en particular, así como el funcionamiento holístico del cuerpo como una unidad en armonía órgano con órgano, trabajando en sinergia unas partes con otras.

En este punto, considero importante recordar lo que es la homeostasis.

Homeostasis

Los seres vivos somos unas máquinas homeostáticas sorprendentes. Sabemos mantener los niveles bioquímicos idóneos para mantenernos con vida (26)(27), algo que no es lo mismo que mantenernos sanos.

Si nuestro organismo detecta que algún indicador vital está por debajo de su mínimo aceptable, tratará de mantenerlo a costa de sacrificar cualquier otro indicador que aunque pueda ser también vital, no lo sea tanto. Lo mismo ocurre si un indicador supera el máximo permitido, la homeostasis se encargará de que no se eleve más, excretándolo o llevando el sobrante a otro lugar aunque para ello tenga que sacrificar otro aspecto no tan vital del organismo.

Pongamos por ejemplo una visión simplificada de la homeostasis del calcio en sangre. Se trata de un mineral cuyos niveles en sangre deben estar comprendidos entre dos valores determinados. Si los indicadores tienden a subir por encima del máximo saludable, entonces unas células llamadas osteoblastos (28) se ponen a trabajar y a almacenar ese excedente de calcio en nuestros almacenes de minerales, es decir los huesos (29). En cambio si los niveles de calcio están por debajo del mínimo, entonces se pondrán a trabajar otras células, los osteoclastos (30), cuya tarea consistirá en tomar calcio de los huesos para depositarlo en la sangre (31).

De esta manera se supone que el calcio en sangre mantendrá unos niveles correctos entre un mínimo y un máximo. Es la homeostasis.

Imagina que debido a una forma de vida, una persona tiende a reducir los niveles de calcio en sangre de forma constante. Por ejemplo con su dieta durante veinte, treinta o cuarenta años. Durante todo este tiempo habrá estado manteniendo los niveles sanguíneos correctos debido a la homeostasis del calcio en sangre. Pero para mantener esos niveles, se ha extraído calcio de los huesos, poco a poco cada día durante todos esos años. ¿Has oído hablar de la osteoporosis? (32) ¿Piensas que es una enfermedad del envejecimiento o una enfermedad de forma de vida? Los pueblos cazadores recolectores estudiados, tienen índices nulos de osteoporosis (33). Tal vez vivan de otra manera, ¿no crees?

Para mantener la homeostasis de algo, siempre, siempre, siempre se tiene que coger algo de un sitio y dejarlo en otro lugar (reducir el sobrante o añadir lo que falta). En eso consiste la homeostasis.

Si no mantenemos el equilibrio interno natural que nuestra especie (34) ha elaborado biológicamente durante miles y miles de años, algo acabará fallando. Tarde o temprano, pero algo dejará de funcionar correctamente.

Volviendo a la cronobiología y a los ritmos biológicos, si no los respetamos acabará teniendo que actuar algún mecanismo homeostático para regular lo que estemos desregulando.

Nuestros ritmos biológicos están en nuestros genes (35)(36) y respetar estos ritmos es fundamental para mantener nuestro equilibrio fisiológico.

Por ejemplo si no dormimos a la hora correcta por la noche, no segregamos melatonina y la falta de melatonina, al ser antioxidante (37) podrá llevar a la larga a un exceso de radicales libres y producir estrés oxidativo, o al ser inmunoreguladora (38) su carencia podría ayudar a que nuestro sistema inmunitario ataque a tejido propio, abriendo paso a que pueda desarrollarse alguna enfermedad autoinmune.

Todos nuestros órganos, temperatura, presión arterial, los niveles hormonales, glándulas, etc. incluso el estado de ánimo trabajan en armonía influyendo unos en otros. Similar a un cubo Rubik: si cambias una cara, estás cambiando otra.

Y todas estas partes tienen una actividad cíclica, principalmente circadiana.

Órganos dependientes del hipotálamo

El Sistema Nervioso Autónomo (SNA) es aquel que funciona “inconscientemente”. Gobierna por ejemplo el movimiento peristáltico del intestino o los latidos del corazón.

El SNA se rige por los ritmos circadianos de nuestro reloj biológico central en el hipotálamo.

Por tanto, la actividad de nuestro Sistema Nervioso Autónomo, aquella que gobierna todos los órganos, es circadiana (39)(40)(41)(42)(43).

Así, los ritmos biológicos de los Núcleos Supraquiasmáticos afectan entre otros órganos al hígado (44)(45), al corazón (46)(47)(48), los pulmones (49)(50)(51), el estómago y los intestinos (52) y su microbiota (53)(54), al páncreas (55)(56)(57), a los riñones (58)(59), distintas glándulas o a los genitales (60)(61), etc.

En definitiva, nuestros órganos están gestionados por el Sistema Nervioso Autónomo y este está a su vez influenciado por el hipotálamo, y este último está afectado directamente por los núcleos supraquiasmáticos (nuestro reloj biológico). Por tanto nuestros órganos rigen su actividad en función de nuestros ritmos biológicos. Aunque algunos más influenciados por el reloj central y otros más influenciados por sus relojes periféricos.

Esto implica que el funcionamiento global de nuestra salud se rige por estos ritmos del reloj biológico. Por ejemplo:

¿Todavía dudas de la importancia de regular y respetar nuestros ritmos biológicos?

Sigue leyendo.

Hormonas dependientes del hipotálamo

El hipotálamo tiene un importantísimo papel en el sistema endocrino y sobre las distintas glándulas de nuestro organismo.

Y ya se ha comentado que es circadiano, ¿verdad? Pues las hormonas, también lo son.

  • Hipófisis (85)(86)

    • Corticotropina (ACTH) (87)(88)
    • Tirotropina (TSH)
    • Hormona de crecimiento (GH) (89)
    • Gonadotrofinas (LH y FSH) (90)
    • Prolactina (PRL) (91)
  • Tiroides (92)(93)

    • Tiroxina (T4)
    • Triyodotironina (T3) (94)
    • Calcitonina (95)(96)
  • Paratiroides

    • Hormona paratiroidea (PTH)
  • Páncreas (97)

    • Glucagón (98)
    • Insulina (99)
    • Somatostatina (STT) (100)(101)
    • Ghrelina
    • Polipéptido pancreático (PPY)
    • Gastrina (102)
  • Glándulas suprarrenales (103)(104)

    • Aldosterona
    • Cortisol (105)(106)
    • Adrenalina (107)(108)
    • Andrógenos
    • Testosterona (109)(110)
    • Desoxicorticosterona
  • Ovarios (111)(112)(113)(114)

    • Estrógenos
    • Progesterona (115)(116)
    • Inhibina
    • Algo de Testosterona
  • Testículos (117)(118)

    • Testosterona y otros andrógenos (119)(120)

Las hormonas circulan por nuestro organismo siendo recibidas por sus células diana (121) a través de los receptores (122). Son señales cuya función es activar o inhibir ciertos procesos dentro de la célula. Dicho de otra manera: modifican el comportamiento celular. El funcionamiento correcto de las células es vital para que los órganos funcionen también de forma correcta. Y los órganos, bueno…… para que tu y yo funcionemos bien.

Si existe un desbarajuste, comenzará a activarse algún mecanismo homeostático que tratará de arreglarlo ¿Qué crees que puede pasar si este desequilibrio hormonal lo arrastras durante digamos unos diez, quince, veinte o más años?

¿Enfermedad del envejecimiento o enfermedad de forma de vida?

Lo que pienso sobre todo esto, recuerda que no soy médico:

Si nuestra forma de vida produce algún desequilibrio y provoca que deban actuar ciertos mecanismo homeostáticos, por leves que estos sean, significa que poco a poco se va acumulando o extrayendo algo de algún sitio de nuestro organismo para compensar el desajuste en otro.

Con el tiempo, de ese lugar que extraemos, se acabarán las existencias de eso que cogemos, y si lo cogíamos de allí es porque allí se necesitaba para el correcto funcionamiento de ese lugar, con lo que tendrá lugar un segundo mecanismo homeostático porque hemos agotado ese lugar también. Lo que deberíamos haber hecho es devolver el equilibrio al primer lugar para que dejara de coger algo del segundo.

¿No crees que muchas de las enfermedades clasificadas como enfermedades del envejecimiento, podrían ser realmente enfermedades de forma de vida? Es cierto que se producen cuando nos hacemos mayores, pero no pienso que deba ser necesariamente por envejecer.

Estas enfermedades podrían ser consecuencia de hacer algo mal durante mucho tiempo (123).

Pues para mantener tu armonía fisiológica, ¡fluye, con tus ritmos biológicos! Respétalos y armonízate con ellos. Aprende a escuchar a tus relojes y lo que necesitan en cada momento. Aprende a dormir cuando debes dormir. A despertarte cuando debes hacerlo. A comer cuando tengas hambre y tener hambre cuando te lo pida el cuerpo. Si lo haces bien tendrás hambre cada día aproximadamente a la misma hora… pruébalo! Hacer ejercicio cuando toque. Ir al baño cuando tu intestino lo pida. Todos los días de la semana. Vive de una manera regular que no es lo mismo que llevar una vida monótona.

Respetar nuestros ritmos biológicos es una de las muchas cosas que podemos tratar de mejorar para ayudar a devolver el equilibrio a nuestro cuerpo. Uno de las muchas gotas que en conjunto han colmado el vaso.

No te adaptes a tu entorno temporal, adapta los horarios a tus relojes biológicos. Tú eres más importante (124). Mucho más.

Paleolitízate fluyendo con tus ritmos y tu salud saldrá ganando.

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Por Paleolíticofeliz.

 

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